Histeroscopia

La histeroscopia es un procedimiento clave en ginecología que ofrece una excelente opción tanto para diagnóstico como para tratamiento de diversas patologías uterinas, particularmente aquellas que afectan la fertilidad.

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La histeroscopia se utiliza tanto en el diagnóstico como en el tratamiento de varias condiciones que afectan la cavidad uterina y que pueden interferir con la fertilidad. Algunas de las indicaciones más comunes incluyen:

  • Pólipos endometriales: Crecimientos benignos en el revestimiento interno del útero que pueden causar infertilidad o abortos espontáneos.
  • Miomas submucosos o pediculados: Tumores benignos que crecen dentro del útero o en la capa interna del útero, que pueden afectar la implantación del embrión.
  • Adherencias intrauterinas (síndrome de Asherman): Tejido cicatricial dentro de la cavidad uterina que puede obstruir el paso de los espermatozoides o el embrión.
  • Septos uterinos: Anomalías congénitas donde una pared o tabique divide parcialmente o completamente la cavidad uterina.
  • Endometritis crónica: Inflamación persistente del revestimiento uterino, que puede dificultar la implantación del embrión.
  • Estudio de la permeabilidad tubárica: Aunque no es un examen de elección para evaluar las trompas, puede dar una idea indirecta de la permeabilidad de las trompas de Falopio.
  • Diagnóstico y tratamiento de abortos recurrentes y fallos de implantación: Identificación de alteraciones uterinas que puedan estar influyendo en los abortos espontáneos recurrentes o fallos de implantación de embriones.

El proceso de histeroscopia se realiza generalmente de forma ambulatoria, puede ser sin anestesia o bajo sedación o anestesia local o regional. Se realiza siguiendo estos pasos:

  • Posicionamiento y Preparación: La paciente se coloca en posición ginecológica (similar a un examen pélvico), se realiza un aseo adecuado de la zona y se prepara para la introducción del histeroscopio.
  • Introducción del histeroscopio: Este es un instrumento delgado, de entre 2.9 y 5 mm de diámetro, que permite visualizar el interior del útero. Se introduce a través del cuello uterino (cérvix) hacia la cavidad uterina.
  • Exploración de la cavidad uterina: A través del histeroscopio, se examinan las paredes uterinas, se observan posibles irregularidades como pólipos, miomas, adherencias, o defectos congénitos, y se determina si es necesario realizar un tratamiento en ese momento.
  • Realización de intervenciones quirúrgicas: Si se detectan problemas, como pólipos o miomas submucosos, se pueden extirpar o corregir durante el mismo procedimiento mediante el uso de pinzas o distintas herramientas quirúrgicas. Esto se conoce como histeroscopia quirúrgica.
  • Recuperación: Tras el procedimiento, la paciente es monitorizada en una sala de recuperación si se ha administrado anestesia general o sedación profunda. En la mayoría de los casos, la paciente puede irse a casa el mismo día.

La histeroscopia ofrece varias ventajas frente a otros procedimientos de diagnóstico y tratamiento:

  • Mínimamente invasivo: Se realiza a través de la vagina y el cuello uterino, lo que significa que no hay necesidad de incisiones externas y, por lo tanto, no deja cicatrices visibles.
  • Diagnóstico y tratamiento en una sola intervención: Muchos de los problemas uterinos detectados durante la histeroscopia pueden corregirse en el mismo procedimiento, lo que reduce la necesidad de cirugías adicionales.
  • Precisión y visualización directa: Permite una visualización detallada del útero y las estructuras relacionadas, lo que mejora la precisión del diagnóstico.
  • Ambulatorio: La mayoría de los procedimientos son rápidos y se realizan de manera ambulatoria, lo que reduce la necesidad de hospitalización.

La histeroscopia ofrece resultados muy efectivos tanto en diagnóstico como en tratamiento. Se ha demostrado que:

  • Mejora la fertilidad: La corrección de pólipos, miomas, adherencias y otras alteraciones uterinas mejora las tasas de embarazo en pacientes con infertilidad o abortos recurrentes.
  • Reducción de fallos de implantación: El tratamiento de alteraciones uterinas, como septos o adherencias, puede aumentar las probabilidades de éxito en los tratamientos de fertilidad.

Aunque la histeroscopia es generalmente segura, existen algunos riesgos potenciales que deben considerarse:

Perforación uterina:

  • Riesgo: 0.1% a 1%
  • Descripción: Puede ocurrir si el histeroscopio perfora el útero, lo que puede dañar estructuras cercanas. Es más frecuente en procedimientos quirúrgicos, especialmente cuando se realiza un abordaje de lesiones más complejas, como miomas submucosos.
  • Manejo: La mayoría de las perforaciones son menores y se resuelven sin cirugía adicional. En casos graves, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para reparar el daño.

Sangrado:

  • Riesgo: 0.5% a 3%
  • Descripción: Es más común en procedimientos quirúrgicos, especialmente si se eliminan pólipos o miomas. El sangrado suele ser leve y temporal, aunque en algunos casos puede requerir tratamiento adicional.
  • Manejo: El sangrado se controla generalmente con medicamentos o con cauterización local.

Lesiones cervicales:

  • Riesgo: <1%
  • Descripción: Puede ocurrir si el cuello uterino se lesiona al insertar el histeroscopio.
  • Manejo: Las lesiones cervicales generalmente son leves y se resuelven con tratamiento conservador.

Infección:

  • Riesgo: 1%
  • Descripción: Las infecciones pueden ocurrir si hay contaminación durante el procedimiento o si se manipulan estructuras internas.
  • Manejo: Las infecciones se tratan con antibióticos y, en casos graves, se puede requerir un drenaje.

Datos de contacto

Dirección: Torre médica 1 del hospital San Javier. Calle Quebec #631, piso 1 consultorio 104. CP 44670.

Teléfono: 333 679 3580

Horarios: Lunes a viernes de 8 am a 2 pm y de 4 pm a 7 pm y sábados de 9 am a 2 pm

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