Fecundación In Vitro
La fecundación in vitro (FIV) es una técnica avanzada de reproducción asistida, diseñada para parejas que enfrentan dificultades para concebir. Este procedimiento consiste en extraer los óvulos del cuerpo de la mujer a través de un proceso quirúrgico ambulatorio, y fertilizarlos en el laboratorio de reproducción asistida. Una vez fecundados, los embriones resultantes se cultivan y se transfieren al útero de la mujer con el objetivo de lograr un embarazo exitoso.
En la FIV convencional, los óvulos se cultivan en incubadoras especializadas junto con una muestra de espermatozoides previamente capacitados, en una proporción de entre 50,000 y 100,000 espermatozoides por óvulo. Después de 16 a 18 horas, se verifica la fecundación. Es importante destacar que, en esta técnica, los espermatozoides fecundan el óvulo por si mismos, y las tasas de fecundación pueden variar entre un 60% y un 80% dependiendo de las características de los pacientes.
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La fecundación in vitro es una opción para diversas causas de infertilidad. Algunas de las indicaciones más frecuentes incluyen:
- Obstrucción de las trompas de Falopio, que impide que los espermatozoides lleguen al óvulo de manera natural.
- Infertilidad masculina, especialmente cuando el semen presenta características subóptimas en concentración, movilidad o morfología.
- Baja reserva ovárica o edad materna avanzada, lo que puede reducir las probabilidades de embarazo espontáneo.
- Problemas genéticos, en los que se requiere realizar estudios genéticos de los embriones para evitar transmitir enfermedades hereditarias.
- Infertilidad inexplicada o de origen desconocido, donde no se encuentran causas claras para la dificultad para concebir.
La FIV comienza con una estimulación ovárica controlada, en la que se administran medicamentos para estimular el desarrollo de múltiples folículos en los ovarios. Durante este proceso, se realiza un seguimiento continuo a través de ultrasonidos y análisis hormonales.
Una vez los folículos están listos, se realiza una punción folicular, que es un procedimiento quirúrgico ambulatorio, el cual se realiza bajo sedación y guiado por ultrasonido transvaginal. La punción permite extraer los óvulos de los ovarios de la mujer.
Los óvulos se incuban en el laboratorio junto con el semen de la pareja o un donante, para permitir la fecundación. Tras 16-18 horas, se verifica si la fecundación ha tenido lugar. Los embriones fecundados se cultivan hasta el blastocisto, que es la etapa embrionaria más avanzada (generalmente el día 5 o 6).
La transferencia embrionaria es un procedimiento sencillo, realizado en el mismo ciclo o en un ciclo diferido, según cada caso. Para ello, no es necesaria anestesia. Guiados por ultrasonido abdominal, se introduce un catéter para depositar los embriones directamente en el útero de la mujer, optimizando las probabilidades de implantación.
- Altas tasas de éxito: La FIV ofrece mejores probabilidades de embarazo en comparación con tratamientos de baja complejidad, ya que se coloca directamente un embrión o más en el útero.
- Estudio genético de embriones: En mujeres de edad avanzada o con antecedentes genéticos, la FIV permite realizar un análisis de los embriones, lo que reduce el riesgo de enfermedades genéticas.
- Control de los embriones transferidos: A diferencia de otros tratamientos, en la FIV se puede seleccionar y transferir un número adecuado de embriones, lo que reduce la posibilidad de embarazos múltiples.
Las tasas de éxito varían según varios factores, como la edad de la mujer, la calidad del semen, las enfermedades asociadas en ambos miembros de la pareja y el estilo de vida (obesidad, tabaquismo, etc.). A nivel mundial, la tasa de embarazo por ciclo de FIV es de aproximadamente 40% por transferencia embrionaria, aunque algunas parejas pueden lograr tasas de éxito de hasta un 60-80%, dependiendo de las circunstancias.
Como todo procedimiento médico, la FIV implica ciertos riesgos. Sin embargo, la mayoría de estos son manejables y poco frecuentes:
- Síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO): Es uno de los riesgos más comunes, especialmente con la estimulación ovárica, aunque las nuevas técnicas y medicamentos han reducido significativamente su frecuencia.
- Embarazos múltiples: Aunque se puede controlar el número de embriones transferidos, en algunos casos puede ocurrir embarazo múltiple, lo que aumenta los riesgos para la madre y los bebés.
- Complicaciones de la punción folicular: Las complicaciones graves derivadas de la punción folicular son raras, ocurriendo en menos del 1% de los casos, e incluyen infecciones, sangrado o lesiones a órganos cercanos.
La fecundación in vitro es una opción poderosa para aquellos que no pueden concebir de manera natural. Si estás considerando este tratamiento, te invitamos a programar una consulta con nosotros, donde te proporcionaremos una atención integral y personalizada para guiarte en cada paso del proceso.
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